Novedades.

Novedades.



¡Hola amigos lectores!

Sé que llevo muchísimo tiempo sin escribir y sin dar señales de vida. Pero estoy terminando segundo de bachillerato y preparándome para selectividad.
¡No me matéis! Espero que esteis igual de deseoso que yo para conocer que ocurrirá en el próximo capítulo.
¿Al final se van a reencontrar todos, o Julia podrá evitarlo? Si quieres saber que ocurre, aguarda medio mes, y tendrás todas las novedades de los personajes.
Dentro de poco, quisiera añadir unas encuestas en las que vosotros decidáis que podrá ocurrir dejando algunas de mis ideas. Si cumplo mi sueño es gracias a vosotros.
También renovaré la lista de música, mientras tanto, sigue estando las canciones que me inspiran.
Y añadiré descripciones de los personajes, espero que se adapten a vuestros gustos.
Sin más, me voy a seguir estudiando, deseadme suerte corazones:)

Besitos. A.



domingo, 6 de noviembre de 2011

Capítulo 7.

En un campo de golf a las afueras de la cuidad.

La bola blanca recorre el perímetro con gran velocidad, la bandera ondea con una suave brisa, y la hierba se baña de sol.

-Hoyo 10-Claudio choca la mano con su hijo y saca la bola de agujero.
-Al parecer hemos terminado ya-Alex guarda su palo de golf en la bolsa.

Padre e hijo comienzan a andar por el campo verde, Claudio se coloca bien la visera roja que ha cogido de recepción.

-¿Te apetece una cerveza?-Claudio entrega los palos en la recepción, y una tarjeta de plástico.
-Tengo hasta las dos para tomarme alguna que otra cerveza contigo-Alex se dirige hasta la cafetería del club de golf.
-Dos cervezas por favor-padre e hijo se sientan en la barra-Querrás saber porqué te he echo jugar al golf.
-Me gustaría saber la verdad.
-No es complicado, como sabrás Alejandro tengo ya una edad de pocos disgustos, y la mayor parte del tiempo me le paso pensando en muchas cosas, y por eso mismo te he citado hoy aquí-El camarero deposita dos cervezas en la barra-El negocio familiar se ha traspasado de generación en generación, es la única herencia que nos queda, y tú como bien sabes Marta desde el Congo poco podrá encargarse de ello. Tenemos dos opciones antes de que hables, o venderlo, o tú ser el heredero de ese negocio. Sé que tu pasión es la fotografía, pero de pequeño, el mundo de las editoriales no es tan desagradable, e incluso puedes compaginar los dos proyectos.
-Papá, ¿me estás dando tu empresa?-Alex bebe un sorbo de su vaso-Es una oferta que tengo que pensarla.
-Claramente hijo, no te estoy pediendo que firmes los papeles ahora mismo, pero si que lo pienses.
-¿Y qué haría con mi estudio fotográfico? Ahora el proyecto en el que estoy trabajando marcha bien, y tengo esta semana varias sesiones de fotos.
-Alejandro, si eres un buen hombre de negocios, sabrás que hacer con los dos empleos.
-Es algo que tengo que pensar-Alejandro deja su jarra de cerveza en la mesa y mira hacía el campo de golf- Aún no sé mi respuesta.
-Claro hijo, tienes tiempo aún, hasta septiembre no tengo prisa, que es cuando me llega la prejubilación.

Padre se hijo se miran, uno con los ojos rebosante de esperanza, el otro con dudas sobre su futuro.


En una cafetería del centro de la ciudad, una muchacha espera su café.

Julia teclea en su BlackBerry un e-mail para su mejor amiga. Es lo único que hecha de menos de esa cuidad. Ojala que pudiera venirse algún día y hacerla compañía en aquel triste loft.

La puerta del local se abre con un grave ruido. Entra una mujer con el pelo recogido en una coleta alta, viste un traje azul marino compuesto con una americana y una falda por las rodillas; se acerca a la barra donde pide un capuchino. Julia la observa detenidamente a aquella chica que mira distraídamente la televisión; se inclina hacía la derecha de su asiento y distingue sus rasgos. Esa nariz puntiaguda, esa tez morena, ese pelo rubio, con las raíces castañas, sí, parecía ser ella. Julia bebe de su taza y se levanta hacía la barra para pagar su consumición. Se muerde el labio dudosa, entonces aquella muchacha se gira hacia el camarero que la llama por su nombre; "Esther".
Julia se acerca a ella y posa su mano derecha encima del hombre izquierdo de ella.

-¿Esther?-Julia sonríe.
-Así me llaman-Esther no mira quien la llama y termina de guardar los billetes en su cartera-No voy a hacer declaración alguna sobre la boda, si es por lo que me quiere preguntar.
-¿Boda? ¡Oh no!-Julia estalla en carcajadas-¿No me reconoces?
-¿Disculpa?-Esther levanta la cabeza con el ceño fruncido y observa a aquella muchacha de pelo moreno, algo pálida, más mayor, auque conservando en esa sonrisa la niñez y ojos verdes, rodeados de alguna arruga del cansancio, pero con la misma dulzura. Como una ráfaga de viento, su parecido se asemeja al de su amiga Julia-¿Julia?
-La misma-Julia vuelve a reír-¿Quién creías que era?
-¡Oh dios, es imposible que hayas vuelto!-Esther abraza a su amiga y sonríe con lágrimas en los ojos; tras unos segundos, las amigas se separan observándose-¿Cuándo has vuelto?
-Hace dos meses, y estoy instalada en un loft del centro-Julia se alisa su camisa blanca.
-¿Porqué no tomamos algo juntas y me cuentas todo?

Las dos amigas cómplices sonríen y se sientan en una mesa cercana. Esther pregunta curiosa por todas sus hazañas en Inglaterra y por su familia. Julia omite el detalle de la enfermedad de su madre, odia que se compadezcan de ella ante problemas como estos.

-¡Guau! La última vez que te vi tenías poco pecho y pecas-Julia se ríe.
-Bueno, digamos que el pecho si que me le aumente-Esther carcajea y se encoge de hombros-Siempre quise tener una buena talla de pecho.
-Te ha debido de costar una fortuna considerable.
-Nada que no pueda pagar Julia, ya sabes que mis caprichos solo se cumplen si puedo con ellos.
-Aún así gratis no han debido de salir-Julia frunce el entrecejo-¿O sí?
-Es un detalle muy morboso, pero por ser tú, te lo cuento, hace dos años, estaba saliendo con un cirujano estético, y le conté en pequeño complejo que tenía con mis pechos, así que él se ofreció a operarme gratis.
-Eres de lo que no hay-Las dos amigas estallan en carcajadas, provocando que toda la cafetería las mire-¿Y qué fue de él?
-Duramos medio año más juntos, hasta que me enteré de que tenía una amante en Nueva York y de hay venía tanto viaje, así que, me quede con mis pechos gratis y con el dupléx en el que vivíamos-Las dos amigas vuelven a reír, Esther observa a Julia-¿Y tú? ¿Has vuelto a rehacer tu vida?
-Estoy soltera, si es por lo que preguntas. No he tenido mucho tiempo para romances, para mí el amor es un universo paralelo.
-¿Tampoco has sabido nada de Alejandro?
-De Alejandro no, pero de Lucas sí, cuando llegué allí a los pocos meses, apareció Lucas pidiéndome perdón, e incluso mantener una relación a distancia, pero mi decisión ya estaba clara, nunca volvería con él.
-¿En serio? Los traías locos cuando éramos pequeñas.
-Bueno, las modas se pasan ¿no?

Las dos amigas conversan entretenidas y riendo, mientras que alguien las observa en una mesa contigua, sus ojos grises se posan en la muchacha de la coleta, y sonríe cubriendo sus mejillas con el periódico.

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