Novedades.

Novedades.



¡Hola amigos lectores!

Sé que llevo muchísimo tiempo sin escribir y sin dar señales de vida. Pero estoy terminando segundo de bachillerato y preparándome para selectividad.
¡No me matéis! Espero que esteis igual de deseoso que yo para conocer que ocurrirá en el próximo capítulo.
¿Al final se van a reencontrar todos, o Julia podrá evitarlo? Si quieres saber que ocurre, aguarda medio mes, y tendrás todas las novedades de los personajes.
Dentro de poco, quisiera añadir unas encuestas en las que vosotros decidáis que podrá ocurrir dejando algunas de mis ideas. Si cumplo mi sueño es gracias a vosotros.
También renovaré la lista de música, mientras tanto, sigue estando las canciones que me inspiran.
Y añadiré descripciones de los personajes, espero que se adapten a vuestros gustos.
Sin más, me voy a seguir estudiando, deseadme suerte corazones:)

Besitos. A.



martes, 13 de septiembre de 2011

Capítulo 6.

Los días trascurren hasta el sábado. El despertador despierta a Alejandro, suspira y se levanta. Anoche se durmió a las 3 de la mañana, estuvo avanzando en sus proyectos fotográficos. Jul descansa aún en su cesto de mimbre. Alex sube la persiana y abre las ventanas, para ser tan sólo las 8 de la mañana a fuera la brisa ya es calurosa. Un Junio caluroso al parecer.
Baja a la cocina donde se prepara un café para terminar de despertarse. Mientras piensa en el día que tiene por delante, jugar un partido de golf con su padre, comida con su gran amigo Julián y después había quedado con Lucas, bueno, había sido él quien había decidido quedar por Alex.
Sin demorarse más, apura su café y sube a prepararse.

Aparca el coche Audi TT a la sombra, y se baja de él. A lo lejos ve que el Land Rover de su padre ya está aparcado en su sitio de siempre. Entra a la recepción donde su padre ya está esperándolo.

-Buenos días Alejandro-su padre le da un abrazo chocando la palma de su mano izquierda con la espalda de su hijo.
-Buenos días papá- Alex se coloca bien el polo blanco que ha elegido para hoy.
-Por favor, déme los palos que están encargados a nombre de Claudio Montalvo- su padre se dirige a uno de los recepcionistas.
-Su pista es la 14, y tienen el coche en la puerta.
-¿De qué tenías que hablarme?-Alex coge el saco con los palos y los dos salen de allí.
-Todo a su tiempo Alejandro-Su padre sonríe jovialmente.

Mientras tanto, en un loft en el centro de la cuidad, alguien despierta también.

El teléfono vibra en el fondo del bolso. Julia se levanta del sofá donde ha dormido toda la noche, en la pantalla de su BlackBerry aparece el nombre de su madre, ¿Contestar o Ignorar? Pulsa ignorar. No tiene suficiente cabeza como para aguantar a su madre y sus charlas sobre la distancia y su familia.
Anda descalza por la moqueta hacia la cocina, donde se sirve una taza de café. A fuera el día se ha presentado soleado, y al parecer caluroso, la tostadora pita, y hace saltar las dos tostadas recientes. Mientras desayuna se acuerda de las múltiples conversaciones que tuvo con "Fuck_u69" en las que discutían sobre la importancia del desayuno.

*Inglesita, no todo está perdido dice:
-Venga, aquí desayunamos más cosas aparte de un mustió café.
*Realidad todos los días dice:
-Puedo sobrevivir sin un zumo, huevos fritos y bacón.
*Inglesita dice:
-Se te olvida las tostadas con aceite.
*Realidad todos los días dice:
¿En serio coméis todo eso todos los días? Dan unas ganas impresionantes de vomitar de pensarlo.
*Inglesita, no todo está perdido dice:
Al principio me costo, no te lo niego, pero luego es todo hacerse a la idea.
Realidad todos los días dice:
Cuando vengas aquí, quiero conocer uno de esos desayunos tan famosos.
*Inglesita, no todo está perdido dice:
Eso está hecho, pero a cambio quiero una noche de fiesta por toda la ciudad, hace tiempo que no siento la noche española en mi cuerpo.
*Realidad todos los días dice:
Trato hecho.

Julia mira su café aguado y sus tostadas sin mantequilla y sonríe, sí posiblemente esté ya acostumbrándose a desayunar poco. El teléfono vuelve a vibrar y deja la taza en la encimera y contesta.

-¿Sí?
-Por fin Julia, te he llamado aproximadamente cinco veces-su madre suspira al otro lado del teléfono.
-Mamá tampoco es para exagerar, tan solo me acabo de levantar y no me apetecía hablar con nadie.
-¿No tienes que trabajar hoy?
-Pues no, hoy descanso, en la universidad hoy no hago falta.
-Entonces podrías venir a una comida con nosotros.
-Tengo cosas que hacer, aún tengo que amueblar el loft.
-¿Sabes que hace tres días que no se te ve el pelo? Tu padre quiere verte y hoy vendrán incluso tus cuñados con tus hermanas, haz un poder.
-¿Sabes que tengo que rehacer mi vida mamá? No puedo estar pendiente de toda mi familia, todos los días, algún día lo necesito para mí, para mis cosas, para darme un respiro y acostumbrarme a todo esto, otra vez.
-¡Pero también tienes familia aquí que quiere verte!
-Si tanto quieren verme mamá que vengan a mi casa, que saben de sobra donde es.

Julia cuelga el teléfono sin dar tiempo a contestar a su madre. Recoge el desayuno casi intacto y se tumba en el sofá, mira el portátil, que lleva toda la noche encendido, en MSN está vacío, tan sólo están conectados cuatro alumnos de la facultad, los cuales la ignoran, como ella a ellos, suspira, y recoge todos los papeles y cartones de la comida china de la cena de ayer. Decide que es ya el momento de recoger toda la casa y darse una buena ducha.

En una calle repleta de transeúntes, algunos se hacen espacio a empujones.

Esther consigue llegar a la puerta giratoria del edificio, mientras mira su IPhone y toma un sorbo de su café. Se acerca aprisa a la recepcionista.

-Buenos días señorita Esther-la entrega una tarjeta.
-Buenos días Elena-Esther firma y pasa la tarjeta entregada por un lector-¿Ha llegado ya el director?
-Me ha dicho que la espera en su despacho, y que no se olvide el modelo de esta semana.

Esther suspira y sube por las escaleras corriendo, los tacones chocan con el mármol. Llega a su despacho, donde deja su bolso y el café en la mesa y busca en su caja fuerte los papeles hasta dar con el modelo de la portada de ese mes. Sale del despacho y recorre el pasillo hasta el final, hasta la puerta del despacho del director, respira hondo y toca con los nudillos en la fría puerta de cristal tintado.
Esther entra en el despacho, donde un tipo con bigote y de pelo canoso la observa a través de sus gafas. Esther deja los proyectos encima de la mesa y se sienta sin que el director la de permiso.

-¿Tienes todos los diseños?-el hombre abre la carpeta y observa cada uno de ellos.
-Sólo falta uno por terminar-Esther saca de otra carpeta un diseño aún por finalizar.
-¿Está aún sin terminar?-El hombre la observa y se quita las gafas- Te seré sincero, la revista está a punto de ser lanzada al mercado y necesitamos una portada en cuanto sea, así que elegiré entras cinco que has echo, pero Esther me esperaba un trabajo mucho más elaborado que este. Estos diseños los puedo hacer yo también si me lo propongo, esperaba que esta portada sería mucho más atrayente que la de los meses anteriores, pero veo que vas decayendo cada mes un poco más, y quiero arreglar eso.
-Don Andrés puedo prometerle que he estado trabajando en estas portadas más de lo que usted se piensa...
-Y no dudo de eso, pero son de baja calidad, y este mes tienes aún una por terminar, ¿qué será el siguiente?
-Anoche no pude hacer más que terminar las otras cinco, y esta mañana madrugué para terminar pero no me dio tiempo suficiente... Si me diera otra oportunidad y no me despidiera le prometo que no volvería a ocurrir.
-¡No te voy a despedir Esther! Eres de las mejores empleadas que tengo en esta revista, y como al parecer estás teniendo una temporada floja, he contratado un ayudante para ti. No es que tenga un nivel más alto como el tuyo, pero podrá ayudarte aportando alguna idea nueva y haréis las portadas ambos-El director pulsa un botón del contestador-Elena que suba por favor el nuevo empleado.
-¿En serio cree que un ayudante hará que me refresque la memoria?-Esther se levanta de la silla y recoge los bocetos.
-Esperemos que sea así y que pronto volvamos a tener aquí a nuestra antigua Esther.

Justo en el ese momento un ligero toque de nudillos interrumpe la conversación, la puerta de cristal se abre lentamente y allí aparece el ayudante de Esther, un muchacho con el casco debajo de su brazo y con una sonrisa de perlas blancas, unos ojos grises electrizantes y una tez morena de la propia playa, su nariz es perfecta y sus labios finos. El muchacho viste pantalones vaqueros ajustados y una camiseta negra de licra pegada al cuerpo, remarcando sus músculos.

-Esther te presento a Ricardo, tu ayudante en los próximos meses-Esther le observa con una mirada divertida y le sonríe desde la mesa.
-Encantado-Ricardo estrecha la mano con su jefa en los próximos meses y observa su grandiosa belleza, nunca la había visto antes, más mayor que él, aunque por pocos años y con unos ojos miel profundos.
-Al parecer congeniaréis bien en vuestro trabajo, Esther por favor, enséñale todos los lugares de esta revista y vuestro despacho.

Los dos jóvenes salen del despacho del director y andan por el pasillo, todas las miradas se posan en él. Esther se acerca a una joven que los observa pícaramente.

-Necesito una mesa y una silla nuevas para mi despacho, hazlo saber a recepción.
-Como mande señorita.
-¿Y el resto no tiene nada que hacer? Hay que sacar el número de este mes, y al parecer hay algunas secciones que no están terminadas ¿verdad?-Esther clava los tacones al andar entre los empleados y después gira sobre si misma y contempla a Ricardo que la mira con una sonrisa satisfecha-Por favor, sígame hasta mi despacho.

La pareja termina el pasillo y llega hasta su puerta, donde mete la llave y entra. El despacho está recogido y en la penumbra. Los papeles están apilados en carpetas encima del escritorio y un portátil está apagado.

-Bueno, este será tu despacho durante los meses que estés aquí-Esther se sienta en su silla y enciende el ordenador sacando papeles de carpetas azules.
-¿Dónde dejo mis cosas?-Ricardo busca un sofá o una silla libre.
-Al lado de la puerta tienes un perchero o a la izquierda tienes un sofá donde dejarlo también-Esther teclea en su portátil y enciende la luz del flexo.
-¿Sabes que los estores pueden subirse y tú puedes tener luz natural? Así no forzarás la vista.
-¿Y sabes que a mí me gusta trabajar en penumbra?-Esther le observa-Siéntate por favor-Ricardo obedece y se sienta en una silla enfrente de su jefa-Aquí trabajamos bajo mis ordenes, soy yo la encargada de todos vosotros, para algo tengo un despacho para mi sola. Sólo existe una persona que manda sobre mí, y es el señor Andrés. Todo paso que des en tus progresos como diseñador de publicidad, o lo que seas, tienes que consultármelo a mi, si necesitas ayuda, puedes recurrir a mi, o algún compañero, pero si la fastidiáis yo no quiero saber nada, pasará a asunto de el director, si quieres convivir en esta oficina, no me molestes con tonterías y acata toda orden que te de un superior, y ante todo, odio que me hagan la pelota. ¿Alguna duda?
-¿Qué consecuencias existen si yo no quiero acatar alguna orden?
-Obviamente el despido asegurado-Esther sonríe y estira su mano, Ricardo la estrecha con ella y los dos sonríen-Bienvenido a bordo Ricardo.